[…] o se regresa de uno mismo a uno mismo,
y entre espejos impávidos un rostro
me repite a mi rostro, un rostro
que enmascara a mi rostro.
Frente a los juegos fatuos del espejo
mi ser es pira y es ceniza,
respira y es ceniza,
y ardo y me quemo y resplandezco y miento
un yo que empuña, muerto,
una daga de humo que le finge
la evidencia de sangre de la herida,
y un yo, mi yo penúltimo,
que sólo pide olvido, sombra, nada,
final mentira que lo enciende y quema.
De una máscara a otra
hay siempre un yo penúltimo que pide.
Y me hundo en mí mismo y no me toco.
Octavio Paz
Todo era extraño. Mi mejor amiga volvía la cabeza al verme pasar, para no saludarme; y tú me pedías consejo con tu amor, que no era yo. Hablabas: horas y horas, siglos y siglos. Yo sonreía y actuaba, como si el universo fuera un inmenso teatro. Después caminé mecánicamente hacia el mar, que estaba demasiado frío. Y la arena pinchaba, y el sol abrasaba mis mejillas. Alguien me dijo entonces: Mírame. Tus ojos… Ni siquiera los tienes verdes, sino del color del mar. Un verde grisáceo… tal vez azulado.
¿Esa sería la razón de aquel confuso desasosiego? ¿Que mis ojos nunca han sido del color que yo creía? ¿O acaso se trata de un color cambiante, como el mar? Si así fuera, ¿qué garantía tendría yo del color de mi mirada? ¿Ni siquiera las cosas aparentemente seguras lo son? Sonreí de nuevo. Soy una actriz maravillosa, igual que mis ojos. Si las obras al menos tuvieran un final feliz.
Alguien me habló y no pude escuchar lo que decía. Tampoco hubiera querido escucharlo. Porque todo acaba con una muerte, aunque sea una muerte espiritual, y lo importante es dejarse llevar en este desbocado escenario. Las lágrimas son lo único que no resulta necesario fingir.
Fue entonces cuando intenté despertar, pero me di cuenta de que ya estaba despierta. De que no existe un telón que se pueda cerrar.
y entre espejos impávidos un rostro
me repite a mi rostro, un rostro
que enmascara a mi rostro.
Frente a los juegos fatuos del espejo
mi ser es pira y es ceniza,
respira y es ceniza,
y ardo y me quemo y resplandezco y miento
un yo que empuña, muerto,
una daga de humo que le finge
la evidencia de sangre de la herida,
y un yo, mi yo penúltimo,
que sólo pide olvido, sombra, nada,
final mentira que lo enciende y quema.
De una máscara a otra
hay siempre un yo penúltimo que pide.
Y me hundo en mí mismo y no me toco.
Octavio Paz
Todo era extraño. Mi mejor amiga volvía la cabeza al verme pasar, para no saludarme; y tú me pedías consejo con tu amor, que no era yo. Hablabas: horas y horas, siglos y siglos. Yo sonreía y actuaba, como si el universo fuera un inmenso teatro. Después caminé mecánicamente hacia el mar, que estaba demasiado frío. Y la arena pinchaba, y el sol abrasaba mis mejillas. Alguien me dijo entonces: Mírame. Tus ojos… Ni siquiera los tienes verdes, sino del color del mar. Un verde grisáceo… tal vez azulado.
¿Esa sería la razón de aquel confuso desasosiego? ¿Que mis ojos nunca han sido del color que yo creía? ¿O acaso se trata de un color cambiante, como el mar? Si así fuera, ¿qué garantía tendría yo del color de mi mirada? ¿Ni siquiera las cosas aparentemente seguras lo son? Sonreí de nuevo. Soy una actriz maravillosa, igual que mis ojos. Si las obras al menos tuvieran un final feliz.
Alguien me habló y no pude escuchar lo que decía. Tampoco hubiera querido escucharlo. Porque todo acaba con una muerte, aunque sea una muerte espiritual, y lo importante es dejarse llevar en este desbocado escenario. Las lágrimas son lo único que no resulta necesario fingir.
Fue entonces cuando intenté despertar, pero me di cuenta de que ya estaba despierta. De que no existe un telón que se pueda cerrar.
5 comentarios:
o si (es universo y no) o teatro,
(o las dos cosas) pero un telón
sirve también para comenzar la obra
gran aportación y pensamiento,
razón e impresionismo.
Un abrazo!
aprendé un oficio
Y tú a escribir xD
gracias por tu comentario, Marina,
es todo un placer llegando de ti, siempre admiraré tu forma de escribir
Un abrazo
Hola, bellas letras visten este precioso blog, un placer perderse en él, si te gusta la palabra infinita, la poesía, te espero en el mio, será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen sábado, besos nublados...
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