domingo, 1 de marzo de 2009

Solo recordamos lo que nunca sucedió

Reloj blando en el momento de su primera explosión, Salvador Dalí


Alma Mahler Hotel


Vago por los pasillos de este hotel
construido en los años veinte
(cuando los gansters, la prohibición,
cuando Al Capone, emperador de Chicago) .
Recorro los pasillos fantasmales de un hotel
que ya no existe, o que no existe todavía
porque están erigiéndolo delante de mis ojos,
piso a piso, día a día,
a lo largo del mes de abril de 1991 :
es una proa que navega hacia Times Square,
en donde encallará.
No estuve aquí, no estaré aquí
para ver su culminación en la planta 40,
revestido por la cota de malla nocturna
-lluvia frenética de estrellas
de luciérnagas rojas, verdes, amarillas, azules,
que proclaman el triunfo de las tecnologías
made in Japan, in Germany, in US.A.
Este hotel (y si he dicho otra cosa,
ahora me desdigo) fue construido en 1870.
¿Habrá quien pueda asegurarme
que no es sólo una pesadilla
que va a desvanecerse al despertar?
Me detengo -no puedo continuar ante
la puerta de la habitación 312.
Soy un viajero que ha llegado
de otro nivel del tiempo
pero no sé si pasado o si futuro
(ya no estoy seguro de nada) .
Puede que aún no haya llegado,
que no haya estado aquí jamás,
que ni siquiera exista yo,
o que no sea real mi sufrimiento.
“Alma, mi amor" le grito susurrando,
le susurro, gritando, ante la puerta,
los brazos extendidos,
en la mano la espada flamígera,
para que no transpongan el umbral
del paraíso recobrado en esta habitación;
para que no me hieran.
"Alma, mi amor, no entres".
No quiero que suceda lo que ya sucedió,
lo que va a suceder.
No me ven ni me oyen.
Penetran a través de mí: soy humo
o ellos son humo.
Oigo sonar la transparencia helada
de las copas; pronuncian
palabras que no querría escuchar,
confundidos sus cuerpos en el éxtasis.
"Alma, mi amor, siempre me herirás".
Me abro las venas, me desangro,
como el afluente en el río caudal,
por el torrente de mi música.
Ella restañará la herida,
contendrá, piadosa, la hemorragia.
“Alma, mi amor", y nadie escucha mis palabras.
Este hotel fue derruido
en 1870, en 1920, en 1991.
O acaso nunca haya existido.


José Hierro, Cuaderno de Nueva York




Solo recordamos lo que nunca sucedió. Leí esta frase en la novela Marina (Ruiz Zafón) y ya no la podré olvidar. Nunca nos hemos parado a pensar en la cantidad de recuerdos que no son en realidad más que efímeros miedos o ilusiones que nuestra mente ha sobrevalorado en algún momento de la vida. Sin embargo, no es algo tan ingrávido como podemos imaginar en un primer momento. No lo es, porque precisamente una mezcla de todo –recuerdos verdaderos, ilusiones con vetas de realidad, miedos escondidos en la esquina más remota de la memoria- nos forma a nosotros mismos como personas. Somos lo que fuimos y lo que nunca seremos, y lo que creemos haber sido.

¿El tiempo? Se descompone en las fronteras de los momentos que son demasiado vívidos para pasar a formar parte de los recuerdos comunes. Y si nos situamos en estos momentos, ya no podemos estar seguros de si estamos en el pasado o en un futuro de algo que nunca fuimos. La memoria adquiere la forma de un hotel con cientos de habitaciones cerradas por el paso de la melancolía y por las decisiones que vamos tomando durante nuestra ardua caminata por el calendario.

3 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

Yo creo que cada persona tiene o busca su propia definición de la palabra tiempo.

No todos se preocupan por el paso del tiempo ni echan la vista atras a lo andado, prefieren vivir siempre de frente, y lo que sucede, pasado está.

Quizás sea esta una buena decisión, quizás no.

Yo suscribo totalmente la frase: "Sólo recordamos lo que nunca sucedió" aunque añadiría "añoramos lo que pudo ser y no fue"

Edu dijo...

Tuve algo de relacion con Manolo Romero, yerno de Jose Hierro, con el percibi su legado poetico, su experiencia de vida. El recuerdo, es la subjetividad de nuestro hoy, recordamos aquello que deseamos que fue, pero jamas sucedio.
Un Abrazo.

Krizia dijo...

muy bueno!!!!......
es cierto eso de recordar lo que nunca ha sucedido.....

Entradas populares

Larga y prematuramente adiestrado en el ejercicio de la paciencia y en la cuidadosa restauración de ilusiones sistemáticamente pisoteadas, me acostumbré muy pronto a quejarme en voz baja, a maldecir para mis adentros, y a hablar ambiguamente, poco y siempre de otras cosas; es decir, al uso de la ironía, de la metáfora, de la metonimia y de la reticencia. Si acabé escribiendo fue […] para aprovechar las modestas habilidades adquiridas por el mero hecho de vivir.

Ángel González

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Con José Manuel Caballero Bonald en la Residencia de Estudiantes de Madrid, 2011

Ceremonia de entrega de premios del XX Aniversario de la UC3M

Ceremonia de entrega de los premios del XX Aniversario de la UC3M

Ceremonia de entrega de premios del XX Aniversario de la UC3M

Lectura de poemas en la Feria del Libro 2010 de Madrid

Casa natal de Luis Cernuda, Calle Acetres, Sevilla, 2010

Casa de Luis Cernuda durante los años 20, Calle del Aire, Sevilla, 2008

Con la estatua a Federico García Lorca, Madrid, 2008

Casa de Rafael Alberti, El Puerto de Santa María, Cádiz, 2008

Casa natal de Antonio Machado, Palacio de Dueñas. Sevilla, 2010

Residencia de Estudiantes de Madrid, 2008

Museo Dalí, Figueras, Cataluña, 2008

Con la estatua a Ramón Mª del Valle Inclán, Madrid, 2010
Te juzgan mal y sufres por eso. Eres de nieve por fuera y de llama por dentro. Quien te toca se hiela mientras tú te abrasas. No sabes querer y estás queriendo siempre; no sabes vivir y estás vivo. Tu sitio no está en ninguna parte, siempre desearás un lugar diferente...

Luis Cernuda, Comedia inacabada y sin título