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No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Federico García Lorca
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Escribo para nadie desde aquí, desde el quicio del mundo, de mi propio mundo. Desde el universo que se tambalea y que agobia y presiona y se desvanece por las noches para volver a tomar forma en extrañas pesadillas en las que a una mujer le crece en la mejilla el misterioso ojo de un niño fallecido hace décadas, y poco a poco su visión deja de ser la propia para convertirse en la del niño, y ve a toda la gente más alta y las cosas más iluminadas, como si el prisma de su existencia hubiera cambiado. No puedo dejar de pensar que tal vez me haya crecido a mí también un ojo invisible desde hace exactamente un año, porque no logro ver las cosas tal como las he visto siempre. Y a la vez, sigo siendo la misma.
Escribo para nadie porque no se me ocurre alguien mejor a quien escribirle, aun sabiendo que nadie es un concepto que nada significa, y que resulta absurdo dirigirse a lo que ya no existe. No es más que otro mecanismo de evasión, supongo.
Te escribo porque, si como decía aquel tango, veinte años no es nada, imagínate qué poco significa uno. Desde que no estás, el sentido de las cosas tiembla y se resquebraja y ya nada parece durable en mi frenética existencia, pero lo peor es que ni siquiera me da tiempo a reflexionar sobre ello. Parece como si la seguridad que había en tu voz y en tu llegada cada día, a la misma hora, y en tus pasos y en tus caramelos de menta, envolviese el resto de las cosas del mundo. Y que ahora, cuando ya no queda nada de aquello –salvo envoltorios vacíos-, lo demás se desvanece –como yo, como todos-; siempre desde más allá de esa frontera de un día de mayo de hace un año.
A punto de arrastrarme por el precipicio de la incertidumbre, escribo. Con la noche en el lomo de la ventana, con la mortecina luz de una farola proyectándose en el cristal. Con un recuerdo mudo que parece atemporal. Y escribo para nadie, para la nada, para lo que no existe. Como no podría ser de otro modo.
Siento que cada vez estoy más lejos.
6 comentarios:
casi siempre lejos también es cerca... habría que pensarlo!
un abrazo, un gusto conocerte!
Vengo de leer tu poesía del blog del poeta Ampuero y me ha encantando también la buena prosa q tienes por aquí.
Un abrazo a la distancia...
Hola paso a hacerte una visita y decirte que me encanta como escribes. Saludos
¡Muchas gracias a todos! Un honor recibir vuestras visitas. Abrazos desde Madrid :)
Hola!!
Siempre es un placer leerte. Recuerda que no escribes para nadie, jejeje, que somos creo que bastantes los que te seguimos y admiramos.
Espero que la melancolía dé productos tan buenos siempre en ti. Un beso!!
tengo sueño
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