martes, 17 de marzo de 2009

El elefante de plata

"Los elefantes" Salvador Dalí


Mañana me oiréis afirmar que aún existen alturas donde los oídos perciben el rastro de una hoja muerta diez siglos antes y ese nombre velado que flota en el descenso de las voces desaparecidas.

Ya a mí no me hace falta nada para comprobar la redondez de la Tierra.


Rafael Alberti, Sermones y moradas



Tengo la impresión de que nunca se dará ese cúmulo de casualidades necesarias para transformar de una vez aquel sueño de siempre en forma humana. Es algo inherente al destino. Tan cerca, y sin embargo tan lejos… Pero tu voz ya no existe, y eso es sinónimo de decir que solo existe en mi memoria, y de una forma bastante distorsionada, como las voces de los niños que un día conocimos y que crecieron sin que pudiéramos ser testigos. Por eso, hoy tu voz, esa voz, ya no existe.

Si pienso en ti, un elefante de plata huye por las esquinas recónditas de mis recuerdos, siempre esperando ser alcanzado. Un elefante de plata con la autoestima muy baja a causa de una niña que no sabía agradecer los regalos. Ha huido tan lejos que –esta vez- ya no ha podido ser alcanzado. Y eso que siempre perseguías a los que se dejaban pillar con más facilidad. Cuando los alcanzabas, sonreías triunfante, con una sonrisa casi tan distorsionada como tu voz, y por alguna razón recuerdo un pozo en medio de la arena. Sé que nunca hubo ningún pozo allí, pero en algún sitio nos teníamos que subir para tocar las nubes con la punta de los cabellos. Y para escuchar en mi nuevo walkman aquella cinta antiquísima de sevillanas, aquella que parecía que se iba a romper si la ponía una vez más, de tan vieja que era. Todavía la conservo.

Cada vez que paso por aquel rincón de rejas amarillas y ladrillos blanquecinos, me pregunto qué habría ocurrido si, en vez de irme, me hubiera quedado. Si hubiese seguido contemplando tu rostro día tras día, y escuchando que el rojo era tu color favorito, y regalándote algún secreto de forma ocasional. Hoy, tal vez no tendría este complejo de eterna adolescente que me hace volver a aquellos días. Pero tu voz habría muerto de cualquier modo, y quizá de una forma más definitiva. Puede que lo mejor fuera no romper esa burbuja de cristal que te rodea en mi memoria.

Pero ahora, solo el presente puede modificar el curso del pasado.

3 comentarios:

Martín dijo...

Que bonita bienvenida... Por una cabeza. Me gusta tu forma de escribir. Muy lúcida... Encantadora. Buen blog!

Óscar Sejas dijo...

Bueno, a veces recurrimos demasiado a la memoria para no enfrentarnos al presente. Esto tiene su lado bueno y su lado malo.

El bueno es que todo es como siempre quisimos que fuera, el malo es que no se pueden las estrellas cuando hay lágrimas en nuestros ojos(versión libre de la frase de Tagore jejeje).

De todas formas, está bien recordar lo que fuimos, para saber a donde vamos.

Un abrazo.

Edu dijo...

Bella musica, con la que has decorado hoy tu espacio. El presente puede cambiar la interpretacion del pasado, es el circulo de todas nuestras vidas, nos pasamos interpretando y buscando un porque al ayer.
Un Saludo.

Entradas populares

Larga y prematuramente adiestrado en el ejercicio de la paciencia y en la cuidadosa restauración de ilusiones sistemáticamente pisoteadas, me acostumbré muy pronto a quejarme en voz baja, a maldecir para mis adentros, y a hablar ambiguamente, poco y siempre de otras cosas; es decir, al uso de la ironía, de la metáfora, de la metonimia y de la reticencia. Si acabé escribiendo fue […] para aprovechar las modestas habilidades adquiridas por el mero hecho de vivir.

Ángel González

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Entrega premios de relato 2011, "Una de piratas", Cadena SER

Con José Manuel Caballero Bonald en la Residencia de Estudiantes de Madrid, 2011

Ceremonia de entrega de premios del XX Aniversario de la UC3M

Ceremonia de entrega de los premios del XX Aniversario de la UC3M

Ceremonia de entrega de premios del XX Aniversario de la UC3M

Lectura de poemas en la Feria del Libro 2010 de Madrid

Casa natal de Luis Cernuda, Calle Acetres, Sevilla, 2010

Casa de Luis Cernuda durante los años 20, Calle del Aire, Sevilla, 2008

Con la estatua a Federico García Lorca, Madrid, 2008

Casa de Rafael Alberti, El Puerto de Santa María, Cádiz, 2008

Casa natal de Antonio Machado, Palacio de Dueñas. Sevilla, 2010

Residencia de Estudiantes de Madrid, 2008

Museo Dalí, Figueras, Cataluña, 2008

Con la estatua a Ramón Mª del Valle Inclán, Madrid, 2010
Te juzgan mal y sufres por eso. Eres de nieve por fuera y de llama por dentro. Quien te toca se hiela mientras tú te abrasas. No sabes querer y estás queriendo siempre; no sabes vivir y estás vivo. Tu sitio no está en ninguna parte, siempre desearás un lugar diferente...

Luis Cernuda, Comedia inacabada y sin título